Evita prácticas comunes que elevan tu consumo de combustible y provocan fallas prematuras en tu vehículo.
1. Cargar gasolina justo cuando el camión cisterna abastece la estación
Cuando el combustible está siendo descargado puede levantarse sedimento del fondo del tanque principal. Al llenar tu auto en ese momento, parte de esas partículas podrían llegar a tu depósito e incrementar el desgaste de inyectores y filtros.
2. Redondear el pago “hasta el tope”
Forzar la manguera más allá del primer clic del dispensador no añade litros significativos y, en cambio, puede saturar el sistema de evaporación (EVAP). Con el tiempo se activará la luz de “Check Engine” y tendrás gastos de reparación innecesarios.
3. Circular habitualmente con el tanque casi vacío
Las bombas de combustible se enfrían con la misma gasolina. Al rodar con niveles por debajo de la reserva, la bomba trabaja a mayor temperatura y su vida útil se reduce drásticamente. Mantén al menos un cuarto de tanque para prolongar su funcionamiento.
4. Mezclar combustibles de distinto octanaje sin criterio
Aunque la gasolina Premium puede mejorar la combustión en motores de alta compresión, alternarla sin necesidad técnica solo encarece cada kilómetro recorrido. Revisa el manual de tu vehículo y utiliza el octanaje recomendado de forma constante.
5. Ignorar la calibración de la bomba y la reputación de la estación
El surtidor debe ser verificado por la autoridad competente (en México, Profeco). Elegir estaciones con historial transparente asegura que pagas por cada litro completo y recibes combustible limpio, libre de adulterantes.
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