Consejos prácticos para prevenir accidentes, cuidar tu auto y optimizar el consumo en Guasave y alrededores.
Por qué debes prepararte
En Sinaloa, septiembre aún forma parte de la temporada de lluvias y ciclones. La humedad, el asfalto pulido y los charcos profundos elevan el riesgo de derrapes, fallas eléctricas y sobrecalentamientos. Preparar tu vehículo y ajustar tu manejo es clave para que cada trayecto sea seguro y eficiente.
Antes de salir: checklist de 2 minutos
- Llantas: verifica presión en frío y desgaste uniforme (no bajes de la marca TWI).
- Limpiaparabrisas: gomas sin grietas; si “saltan” o dejan velo, cámbialas.
- Luces: baja, alta, direccionales y “stop” funcionando.
- Niveles: refrigerante, aceite y lavaparabrisas al día.
- Rutas y tiempo: considera encharcamientos y tráfico; salir 10–15 min antes reduce el estrés y los acelerones.
En marcha: 12 prácticas que evitan sustos
- Baja la velocidad: el agarre disminuye en mojado; duplica distancia de seguimiento.
- Frena con suavidad: aplica presión progresiva; evita bloquear ruedas (aunque tengas ABS).
- Evita charcos profundos: pueden ocultar baches, dañar rines o provocar aquaplaneo.
- Si sientes hidroplaneo: suelta el acelerador, sujeta el volante recto y espera a recuperar tracción.
- Desempaña correctamente: usa aire a parabrisas; si tienes A/C, actívalo para secar el interior.
- No uses “luces de niebla” sin niebla intensa: deslumbran a otros y reducen seguridad.
- Conduce a la defensiva: anticipa maniobras de otros; en mojado aumentan los errores.
- Evita maniobras bruscas: giros cerrados + aceleración en piso mojado = patinaje.
- Mantén llantas alineadas: una dirección que “jala” en rectas mojadas es señal de revisión.
- Cuida el escape: si cruzas agua alta, no apagues el motor; busca revisión después.
- Respeta carriles: las marcas pueden perderse con el agua; usa puntos de referencia.
- Descansa la vista: la lluvia nocturna fatiga más; parar 5 minutos rinde seguridad.
Después de la lluvia: mimos al auto
- Seca frenos: tras un charco, frena suave y continuo para que recuperen mordida.
- Revisa el compartimento: busca humedad en caja de fusibles, filtros y correas.
- Lava y encera: el lodo con sales y residuos acelera la corrosión.
Combustible y rendimiento en clima húmedo
- No ruedes en reserva: la condensación empeora con cambios de temperatura.
- Carga en horarios regulares: facilita comparar tu rendimiento tanque a tanque.
- Conducción suave: menos acelerones = menos consumo y más control en mojado.
Mantenimiento preventivo clave
- Llantas “M+S” o con buen dibujo: mínimo 3 mm de profundidad para evacuar agua.
- Bujías y filtro de aire: un motor que respira bien responde mejor en lluvia.
- Batería: humedad + batería débil = fallas eléctricas justo cuando menos conviene.
¡Es hora de que cuides a tu auto como se merece!
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